La izquierda adora la dictadura siempre que sea de izquierda, parece que está con papá Noel jaaaajaaa
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Mientras no falta demasiado para que algún frenteamplista mal perdedor vaya a la playa, agarre un caracol de mar, acerque el oído y crea escuchar un canto fascista, tenemos que Mario Bergara, hace escala desde Nueva York a Uruguay, y de ahí se va a posar orgulloso junto a las actuales autoridades de la dictadura cubana.
De modo que si hay quienes todo lo ponen bajo sospecha —resultándoles una alarma de autoritarismo cualquier cosa que hagan los demás— pero no tienen empacho en fraternizar con dictadores, su problema no es el autoritarismo; su problema es que no está en sus manos el mango de la sartén, para ser ellos quienes apliquen tal autoritarismo.
Sinvergüenzas, rostrudos, crápulas. Los malintencionados fueron, son y serán ustedes. Que toda provocación que sueltan, luego intentan capitalizarla con una victimización. La izquierda no es nada más complicado que eso. Pegar el puntapié y agarrarse el tobillo propio, que ya andan viendo las mil maneras de ponerle palos en la rueda a un gobierno que ni asumió.
El final del twit, un poema. La confesión de que el Frente Amplio discute sus políticas con Cuba, la dictadura más vieja del continente. Teléfono para la prensa obsecuente. ¿Dónde están? A ver: "¿Qué opina de la foto de Bergara en la dictadura cubana?" (repetido 400 veces toda la semana
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