martes, 11 de junio de 2019

NO ENTIENDO QUE HAGO EN VENEZUELA,ESTO ES MACONDO

Qué hago aquí ?
Sigo intentando entender lo que está pasando…sigo comiéndome lo poco que tengo. Para poder comer vendí hasta mi ropa interior usada..llll increíble pero hubo compradoras en el mercado de los corotos de la UCV.llll
Todos los días me levanto con miedo, con temor de quedarme paralizada y quedarme viendo salir como gente amiga huye de esta crisis, que me obliga a comer una sola vez a día.
Es una crisis para la historia. No sólo por la magnitud del deterioro, que ya es bastante. Es una por la ideología, por la ignorancia o por las dos. El resultado es igual. Ver la situación en la que se encuentra Venezuela da rabia, frustración, asombro, miedo, pero sobre todo, mucha tristeza.
Venezuela es un país sin medicinas. Sin alimentos, con la infraestructura en el piso. Con la inflación más alta del mundo. Sin billetes ni monedas para pagar. Con escasez galopante. Mendigando una caja de comida del gobierno que puede o no puede llegar; y de la que dependen familias completas que no pueden protestar a riesgo de perder la libertad y hasta la vida, porque Venezuela se convirtió en un país en donde sí se protestas te encarcelan, se pone la vida en riesgo.
Y entonces entiendes a los que se fueron y a los que se van. Primero lo hicieron los que más tenían posibilidades de irse. Se llevaron a sus familias y patrimonios lejos para protegerlos de lo que temían que pasaría y pasó. La pulverización del valor de sus inversiones en Venezuela.
Después se fueron muchos de los más educados y formados. El país se les volvió hostil y cavernícola. Su desarrollo profesional estaba comprometido. Mientras la tecnología, la ciencia, la medicina, la educación avanza en el mundo a pasos agigantados, en un mundo globalizado, Venezuela retrocede hacia una primitivización inimaginable en el siglo XXI.
Venezuela es Macondo. Ese Macondo que describe mi escritor favorito el colombiano Gabriel García Márquez en su obra “Cien Años de Soledad” !!! Macondo es bello y sabroso, pero ahí no se puede vivir”
Se fueron entonces los doctores más preparados… Y los más jóvenes. Los ingenieros más audaces… Y los más jóvenes. Se fueron los economistas más internacionales… Y los más jóvenes, los administradores, los periodistas, las enfermeras, los músicos siempre los más dispuestos a asumir riesgos… Y los más jóvenes.
Y entonces comenzó lo que tenía que comenzar. Se están yendo los demás. LOS QUE NO TIENEN PATRIMONIO QUE PERDER, pero si familias que mantener, en el medio de una hiperinflación espantosa que no se cómo enfrentar ni entender. Se fue María sin compañía. Gabriel mi amigo ingeniero en sistemas se fue para Medellin, Mary para Buenos Aires, Daires para Perú, Roberto para Chile, Alejandra y otros para Madrid….etc
Y mientras tanto yo sigo aquí y sueño que huyo de esta crisis en un autobús que detiene su marcha porque el gobierno cerró las fronteras terrestres; y despierto, y le pido a Dios me siga dando fuerzas y le abra el corazón a mis hijas quienes viven en España y les haga entender que a los venezolanos hasta el derecho a soñar nos ha sido arrebatado, que muchos de sus paisanos buscan en la basura para comer, que el salario mensual de un profesional universitario es de casi 10 dólares que hasta la esperanza a vivir se está perdiendo.
Las despedidas de cada día ponen esa tristeza en el alma y en el corazón de los que nos quedamos. Venezuela fue el país más prometedor de América Latina, pero hoy convertido en fábricas moribundas, medios de comunicación cerrados colegios sin maestros, universidades sin profesores.
Falla internet, sin luz, sin agua , hospitales sin especialistas, teatros sin artistas… Pueblos, calles y casas muertas.
Y ¿saben qué? Que nadie puede parar este desangre que tengo en mi corazón, que me debilita cada día.
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