Lidier Hernández Sotolongo dejó su vida en Uruguay en pausa el pasado 18 de enero para viajar de regreso a Cuba a visitar a sus padres y su abuela. Pensaba pasar unos días junto a sus seres queridos y retornar a Montevideo, donde tiene trabajo, renta y su esposa. Pero el gobierno cubano le tenía preparada una sorpresa: la prohibición de salida del país.
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