miércoles, 9 de diciembre de 2020

 

ORLANDO VICENTE NO ESTABA DE ACUERDO CON VIRGINIA WOLFF SOBRE LA REPRODUCCION BIOLOGICA,LA MATERNIDAD.




AVERIN,CHAGALL,MOSTYN ART ,PICTURES


 "Uno no puede traer hijos a un mundo como este; uno no se puede plantear perpetuar el sufrimiento, ni aumentar la raza de estos lujuriosos animales que no poseen emociones duraderas, sino solo caprichos y banalidades que ahora te llevan hacia un lado y mañana hacia otro".

-Virginia Woolf



  La naturaleza o Dios mismo prepararon el cuerpo de la mujer para concebir.  La matriz materna extrañará el cuerpecito del bebé. Los pezones de tus senos añoraran los labios tiernos de una criatura. Tu cuerpo se encorvará hacia adelante haciendo una cueva para acunar  al crio y tú, toda entera, recibirás el don de la felicidad de tener un bebe. La Oxitócica trabajara todo tu cuerpo, tu cerebro y tu estarán preparados para ser madre.
  Yo tuve una  paciente con Síndrome de Down. Los padres me  decían que era una bendición de Dios por el amor que le daban y el amor que recibían.  Yo la cargaba en mis rodillas y me enternecía y una lágrima rodaba por mis mejillas.
   Cuando estudiaba Medicina la profe de  Embriología- que tenía frenillo labial y era gorda como una estufa, pero por dentro era un amor, tenía dos hijos y nos decía el viejo proverbio médico: la menstruación no es más que el llanto en sangre de un útero defraudado.
   Así de cierto era. El hombre proporciona unos 100 millones de esparmatozoides por milímetro de semen`para inseminar la mayor cantidad de vientres, mientras las mujeres sólo un óvulo mensual y hasta cierta edad. Mal calculo evolutivo o divino.
  Dios le dijo Abran que ofreciera su único hijo en holocausto pero sólo era para probar su fe y le  dijo: tu descendencia será como las estrellas del cielo o la arena de las playas.
  Los hijos son una bendición de Dios o de la Evolución. Hasta las parejas de lesbianas se dejan inseminar por tal de tener uno y hasta los gay  reclaman un vientre un sustituto o adoptan.
  Hace pocos días en la playa vi en la arena jugar a una familia de pobres al fútbol, hasta la madre jugaba, y parecían tan felices que las millonarias argentinas y brasileñas tras sus gafas tornasol los miraban con envidia. No querían tener hijos para no deformar sus cuerpos.
  Mi querida amiga  escuchó  toda mi arenga y no dijo nada.
  Sería como una ballerina con un solo pie dando vueltas sobre sí misma y dando pequeños saltitos sin llegar a nada.   

DR ORLANDO VICENTE ALVAREZ
CUBANO URUGUAYO

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