martes, 2 de febrero de 2021

CUBANO EN PUNTA DEL ESTE,URUGUAY

 

ORLANDO VICENTE EN PUNTA DEL ESTE,URUGUAY

 RECUERDOS DE...


ESPETO CORRIDO EN URUGUAY. En la noche del día de Reyes me invitaron a un Espeto Corrido aquí en Punta del Este. Ya yo veía como una plaza de toros, con las bestias negras y sudorosas entrando al ruedo.----- SPETO RUN IN URUGUAY. Three Kings Day. On the night of Reyes' Day, I was invited to a Espeto Corrido here in Punta del Este. I already saw like a bullring, with black and sweaty beasts entering the arena.-

 




  EL ESPETO CORRIDO EN URUGUAY. Día de los Reyes Magos.

  En la noche del día de Reyes me invitaron a un Espeto Corrido aquí en Punta del Este.

  Ya  yo veía como una plaza de toros, con las bestias negras y sudorosas entrando al ruedo.

  El nombre debía provenir del catalán o ser de Pamplona, tenía una sonoridad que me recordaba a la vieja patria de mis abuelos.

  Los comensales debían entrar entre caballos y toros de lidia. Pero no. Era un gran restó o restaurante que hacia esquina entre cristales y mozos de negro pero no veía ningún toro por  ninguna parte.

  Lo primero que me llamó la atención era que entregaban una tarjeta a cada comensal. Yo pregunté educadamente:

  -Ven acá Chico pero qué cosa es esta. Ya estoy  cansado de la libreta en Cuba para que aquí también me den una para entrar. –Y agregué-  ¿No me diga que los alimentos también son racionados? ¿Me tocan frijoles que hace añales que no encuentro por ninguna parte?

  -No. Señor. Esa libreta es para apuntar lo que usted consuma. Ahh. Y los frijoles aquí se llaman porotos.

  - No quiero porotos. Yo quiero comer un plato de frijoles bien fritos aunque mi diabetes me lleve a un estado de Coma.

  - Bueno. Tome un plato y sírvase  del Buffet.

  Yo desfilé con el resto de los invitados avergonzados por ser un cubano casi guajiro. Pero orgullo aparte. “Guajiro pero con mucha honra" Yo quería simplemente comer un plato de frijoles.
  
   Desfilamos plato en mano por la mesa del llamado “Buffet”- allá en Cuba le llamábamos “Mesa Sueca”- como si los suecos hubieran inventado el sancocho que se servia en aquellas mesas nórdicas pero cubanas.

  Sorpresa  sentí cuando vi tantas exquisiteces en las bandejas, algunas con nombre franceses, ruso o del sur de  Vietnam. Como los ravioles "a la Caruso" con crema doble que después de una cerveza negra te hacían cantar hasta un Aria de Pucchini.

  Después  vino lo lindo. Había que pesar cada plato en una balanza electrónica. Y te ponían un sello o cupón al dorso con los gramos o kilogramos y todo eso. Nada que cada vez me recordaba a la Cuba de quien ustedes saben. 

  Pero Dios Mío. Yo pensé que aquí en Uruguay no se racionaba el alimento. Todo era por kilo y sabores, aspecto, si cinco o cuatro estrellas y todo eso.   

  Por fin un viejo amigo  escritor uruguayo me murmuró que el Espeto Corrido eran unas palabras de origen brasileño para designar este tipo de servicio pero el uruguayo seguía prendido de la Milanesa- bistec empanizado- y a las papas fritas. Que este tipo de restó todavía no había “prendido” en el paladar del país.

  Yo encontré  por fin los frijoles negros. He aquí que  se llamaban “Feioada”

  Feioada de qué. Son simplemente potaje de frijoles negros. Qué feioda ni feioda.

  Unas cervezas después ya se me soltó la lengua y el cubaneo emergió. Le  dije a la Chiqui que quién le había regalado aquellas joyas y pendientes tan bellos.

  -Esos me los regaló mi amiga M...

  -Ahh. M.... Cuando tenía plata porque ahora está más pelá que una yuca en casa de haitiano.

  Ella discretamente aparto la conversa sobre sus joyas y me empezó hablar de una dislocación del hombro derecho que la tenía rezando con una sola mano pues la otra no podía elevarla.

  Yo le dije:

  -Venda esas caras joyas y hágase un bloqueo anestésico en el hombro o si no una operación con anestesia general.

  La pobre Chiqui hizo silencio como ofendida. Dios mío, creo que metí la pata digo las garras porque ya yo estaba hecho un león con la media cerveza que me había tomado.

  Entonces el escritor empezó a hablar de sus libros. Que el Libro Rojo pa' allá, que el Libro Amarillo pa' acá, hasta terminar su discurso con el libro Negro.

  -Señor. Usted se piensa que la literatura es como el arcoíris. Solo me faltaba que hablara del libro Ultravioleta para terminar que nadie lo ve ni lo lee. Además, yo los leí todos. El amarillo me dejó esquizofrénico con tantos visiones que describía, el Rojo me dejó los ojos encendidos como una conjuntivitis y el Negro me dejó listo para la sala de Enfermos Mentales del hospital psiquiátrico del Vilardebó.

   Toda la mesa quedó en silencio.

  - Pero caballeros. ¿He dicho algo improcedente?

   Todos se miraron entre sí. El escritor todavía tenía la boca abierta y la Chiqui bajaba la cabeza avergonzada.

  -Vamos a tu casa, fulano-ese era yo,-  que parece la cerveza y la diabetes se te han subido a la cabeza.

  Camino a casa empecé a trastabillar y le dije a mi cuñada.

  -Antes cuando bebía cerveza los tragos se me subían a la cabeza, ahora descienden a mis pies. No puedo caminar. ¡Ayy. Mamacita mía! Qué vida más loca. ¿Por qué me trajiste al mundo?

  Antes de acostarme me pregunté, pensando que aún estaba en Cuba:

  -¿Y los frijoles negros? ¡Bodeguero, descarado! Deme la ración de porotos digo de frijoles negros que aquí traigo la libreta de racionamiento.

  Y así pasó el feliz día de los Reyes Magos en Punta del Este. Uruguay.
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      Gracias a Dios que me porté racional y sobriamente.  
  
                                        Orlando Vicente Álvarez  

https://www.amazon.com/Memorias-niño-guantanamero-Guantanamero-Spanish/dp/1520725884
  

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MONDAY, NOVEMBER 16, 2020

-Vamos a tu casa, fulano-ese era yo,- que parece la cerveza y la diabetes se te han subido a la cabeza. Camino a casa empecé a trastabillar y le dije a mi cuñada. -Antes cuando bebía cerveza los tragos se me subían a la cabeza, ahora descienden a mis pies. No puedo caminar. ¡Ayy. Mamacita mía! Qué vida más loca. ¿Por qué me trajiste al mundo? Antes de acostarme me pregunté, pensando que aún estaba en Cuba: -¿Y los frijoles negros? ¡Bodeguero, descarado! Deme la ración de porotos digo de frijoles negros que aquí traigo la libreta de racionamiento. Y así pasó el feliz día de los Reyes Magos en Punta del Este. Uruguay. . Gracias a Dios que me porté racional y sobriamente. Dr Orlando Vicente Álvarez cubano uruguayo,genio clikea en https://www.amazon.com/Memorias-niño-guantanamero-Guantanamero-Spanish/dp/1520725884 . Posted by Orlando Vicente Alvarez at 8:14 PM No comments: Email This BlogThis! Share to Twitter Share to Facebook Share to Pinterest Labels: #diabetes mellitus, #uruguay, Aria, Buffet, CUBA, Espeto Corrido, Guajiro, Mesa Sueca cubana. Frijoles negros, Plaza toros uruguay, porotos negros, Pucchini, Punta del Este Posted by Orlando Vicente Alvarez at 5:27 PM No comments: Email This BlogThis! Share to Twitter Share to Facebook Share to Pinterest Labels: : #diabetes mellitus, #uruguay, Aria, Buffet, CUBA, Espeto Corrido, Guajiro, Mesa Sueca cubana. Frijoles negros, Plaza toros uruguay, porotos negros, Pucchini, Punta del Este




 


-Vamos a tu casa, fulano-ese era yo,-  que parece la cerveza y la diabetes se te han subido a la cabeza.

  Camino a casa empecé a trastabillar y le dije a mi cuñada.

  -Antes cuando bebía cerveza los tragos se me subían a la cabeza, ahora descienden a mis pies. No puedo caminar. ¡Ayy. Mamacita mía! Qué vida más loca. ¿Por qué me trajiste al mundo?

  Antes de acostarme me pregunté, pensando que aún estaba en Cuba:

  -¿Y los frijoles negros? ¡Bodeguero, descarado! Deme la ración de porotos digo de frijoles negros que aquí traigo la libreta de racionamiento.

  Y así pasó el feliz día de los Reyes Magos en Punta del Este. Uruguay.
.
      Gracias a Dios que me porté racional y sobriamente.  
  
                                  Dr      Orlando Vicente Álvarez  
cubano uruguayo,genio
  

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FRIDAY, NOVEMBER 6, 2020

DAIQUIRI EM PUNTA DEL ESTE

 VERANO PUNTAESTEÑO VISTO POR UN GUANTANAMERO



FOTO LAURA LEGZ LEGAZCUE



   Es pleno verano en Punta del Este. El sol pica la piel y el mar es más azul. El ambiente ha cambiado. Nos invaden los turistas argentinos y brasileños con sus descapotables Audi y Mercedes Benz. Es una delicia verlos circular por las calles a toda velocidad. 

    El Puesto de Lo de Cacho ha abierto para la temporada. La vista se alegra entre tanto verdor y el color de las frutas, algunas exóticas para mí.

   Voy a la playa, a la Mansa que es más tranquila y tiene una mejor vista con la isla de Gorriti y los cruceros al frente. Han construido un pasillo de madera a lo largo de la playa donde los turistas de a pie pueden admirar la vista y pasear por toda la orilla. Yo llevo  bermuda corta, remera y pantuflas y mi cámara foto digital.


   No hay nadie bañándose a pesar del calor reinante. Bajo y me acerco a la orilla y meto las patas  en el agua ¡Esta helada! ¿Cómo puede ser? Parece que la antártica está más cerca que los trópicos. 


   Hay sombrillas alineadas por todas partes donde se sientan a tomar el sol las clases más pudientes, sobre todo frente al casino Hotel del Conrad que tiene un parador en frente del otro lado de la rambla, cerca de la orilla y dos banderas anunciando el ron Habana Club para refrescarse con un daiquiri o un mojito cubano. Esto me recuerda mi tierra.


   Veo las motos de agua alineadas cerca de la orilla listas para ser alquiladas. En el mar, a corta distancia, veo dos motos que compiten en una carrera loca y humeda hacia la eternidad si no frenan el paso.

   Me detengo a deleitarme con un mojito. No son como los de Cuba, le falta lima como le gustaban a Hemingway en el Floridita de la Habana. De todos modos el hielo y la yerba Buena y el azucar hacen que el sabor sea delicioso. Lo tomo a sorbos, para que sea eterno, para que nunca se acabe.



   El sol quema la piel, no me da tiempo a recorrer toda la playa hasta llegar al puerto donde se alinean yates lujosos y otros más discretos. Tiro algunas fotos para recordar aquella calurosa tarde en la playa en pleno verano de Punta del Este cuando sea más viejo, si Dios lo permite.

Publicadas por Vicenteorlando

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#Uruguay #puntadeleste SUMMER PUNTAESTEÑO SEEN BY A GUANTANAMERO



SUMMER PUNTAESTEÑO SEEN BY A GUANTANAMERO



   It is full summer in Punta del Este. The sun bites the skin and the sea is bluer. The atmosphere has changed. We are invaded by Argentinian and Brazilian tourists with their convertible Audi and Mercedes Benz. It is a delight to see them roam the streets at full speed.
    The Cacho's Post has opened for the season. The sight rejoices between so much greenness and the color of the fruits, some exotic for me.
   I go to the beach, to La Mansa which is more quiet and has a better view with the island of Gorriti and the cruises to the front. They have built a wooden walkway along the beach where tourists on foot can admire the view and stroll along the entire shore. I wear short , t-shirt and slippers and my digital photo camera.

   No one is bathing despite the prevailing heat. I go down to the shore and put my feet in the water. This frost! How can it be? It seems that Antarctica is closer than the tropics.

   There are umbrellas lined up everywhere where the richest classes sit down to sunbathe, especially in front of the Casino Conrad Hotel which has a hostel in front of the other side of the promenade, near the shore and two flags announcing the rum Havana Club to cool off with a Cuban daiquiri or mojito. This reminds me of my land.

   I see the water skis lined up near the shore ready to be rented. In the sea, at a short distance, I see two motorcycles competing in a mad and humid race towards eternity if they do not slow down.
   I stop to enjoy a mojito. They are not like those of Cuba, they lack the file as Hemingway liked in the Floridita of Habana. Anyway, ice and yerba Buena and sugar make the taste delicious. I take it by sips, so that it is eternal, so that it never ends.


   The sun burns the skin, I do not have time to travel all the beach until arriving at the port where lined luxury yachts and other more discreet. I take some photos to remember that hot afternoon on the beach in the middle of Punta del Este when I am older, if God permits.

DR ORLANDO VICENTE ALVAREZ
CUBAN URUGUAYAN,GENIUS

THURSDAY, MAY 16, 2019

DAMA CON SOMBRERO EN UN VERNISAGGE PUNTA DEL ESTE


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   DAMA CON SOMBRERO EN UN VERNISAGGE EN PUNTA DEL ESTE.



   Recibí una invitación de una amiga pintora para ver sus nuevos cuadros en un local del centro de Punta del  Este. Muchos invitados bien vestidos desfilaban frente  a los oleos en silencio.

  No me gusta el arte abstracto, ni las performance, ni el body paiting ni esas figuras esqueléticas de cuellos largos tipo Modigliani que serían mejor actrices de un video XXX tipo Deep Throat.   Tampoco esas mujeres Picassianas que tienen ojos en el cuello, manos como tijeras y los pelos del pubis al costado de los labios.

  La pintora amiga-tenía que tener muchos recursos monetarios pues aquí el arte es caro y montar exposiciones en galerías            amplias y elegantes cuesta una fortuna.

  Me dediqué a observar los cuadros. Al fin, pintura de mujeres regordetas, como nos gustan a los cubanos-no flacas ni esqueléticas-sino con carne por todos los costados que exacerbaban la libido de los morenos del Caribe. Me recordaban las damas desnudas de los pintores flamencos como Rubens y otros. Esos sí captaban la opulencia de la belleza femenina con toda la voluptuosidad.

  La artista estaba de pie cerca de sus obras, radiante gordita como las mujeres que pintaba y que eran todas como una copia idealizada de sí misma, aunque mejoradas. La saludé amablemente y ensalcé su obra. Ella me dijo que pasara a otra pieza donde se servían canapés y bebidas finas.

  Ya aburrido me acerqué a la mesa y tomé una copa con un Vermut y entonces la vi. La Dama de mis sueños. De espalda, con un poncho de colores originales  típico de los indios Mapuches que le llegaba casi hasta las rodillas, de donde asomaba un pantalón rojo y unos bellos zapatos charol de alto y fino, tacón de del mismo color.

  Pero lo que más me llamó la atención de la dama era un exquisito sombrero de grandes, grandes, alas anchas, con una cinta roja en la cúpula, de donde se desgranaba un copioso cabello teñido de un rubio maíz liso como agua quieta de un manantial.

  Le hice frente a la Dama. Cuál fue mi sorpresa. Tenía como 120 años pero parecía de 105, ya saben, maquillaje, máscaras para el cuidado del cutis, etc. Hay mujeres que no envejecen nunca. Cual momias se conservan bellas y atractivas y aun son capaces de animar la psiquis de un hombre más  joven.

  Yo rompí el hielo:

  -¿Nos conocemos anteriormente?

  Ella me observó de arriba abajo con mirada escrutadora que solo tienen las mujeres que han vivido una larga trayectoria entre la riqueza y amantes infieles.

  -No. Señor. No he tenido el gusto.
  -¿Quiere un vaso de whisky o Vermut, se lo alcanzo con sumo placer? Es usted una Dama encantadora-dije yo zalamero y diciéndome para mis adentros que sería una de mis futuras amantes, tanto dinero proyectaba y eso que NO soy ambicioso.

 -Muchas Gracias. Ya yo tengo mi bebida favorita: un Fermet, que aparte de ser un buen vino es bueno para el estómago.

¡Ulcera duodenal o Gastritis crónica!-murmuré para mí mismo. No podía dejar de ser médico ni en las circunstancias más desfavorables.

  La dama con sombrero-capelina-como solo se ven en las fotos de la familia Real Inglesa se alejó de mí y tomó asiento en un banco. Yo la imité igualmente. A esta dama no la dejaba escapar yo tan fácilmente. Me senté a su lado. Ella me miró con los ojos perdidos en la nada y me preguntó:

  -¿Vos a qué se dedica?
  -Soy médico y ejerzo en Punta del ESTE.
  -Pues yo soy una viuda solitaria. Casada en primeras nupcias hasta que mi esposo falleció.

  -Ahh. ¡Cuánto lo siento!
  -No sienta nada. Era un maldito desgraciado, avaro, infiel y avaricioso. Menos mal que me dejó una pequeña fortuna. Ahora me dedico a viajar por el mundo y asistir a los vermisagges locales, como este para beber un Fermet.

   La dama con el sombrero de alas anchas y cinta roja se apegó tanto a mí que ya yo no sabía si la capelina era de ella o mía. Estábamos en una situación casi ridícula. Parecíamos una pareja de viejos enamorados cazadores de reuniones de este tipo para engullir canapés y tomar alguna bebida que nos hiciera olvidar el pasado o nuestra vejez. Pero a la dama  se le subió el Fernet a la cabeza hasta aterrizar en mis piernas. Yo me quede con el amplio sombrero en las manos mientras ella entró en un sueño profundo.
   Ni tan siquiera supe su nombre ni me preguntó el mío.    
  Y así quedamos los dos como dos amantes sin rumbo a quienes la bebida los había obligado a soñar en un maldito sueño eterno.

                          ORLANDO VICENTE ALVAREZ
 
   
            
 
   

            

TUESDAY, DECEMBER 31, 2019

MIEDO,FEAR,ESPIAS,PARANOIA,DICTADURA ---A UN CUBANO EMIGRADO A PUNTA DEL ESTE,URUGUAY

MIEDO,FEAR.A UN CUBANO RECIEN EMIGRADO A PUNTA DEL ESTE,URUGUAY

  
CUBA: A UN CUBANO RECIEN EMIGRADO A PUNTA DEL ESTE.


  Recientemente un cubano emigrante se instaló junto a mi casa en Punta del Este, con su esposa e hija. Y comenzó su peregrinar en busca de trabajo.

   Como todo cubano en el exilio permanecía callado y evitaba mis encuentros con él. O era víctima del adoctrinamiento castrista. O agente de Seguridad del Estado o tenía miedo a todo cubano que se acercara no fuera a ser que era un soplón del castrismo.

   Yo lo saludaba amablemente con un “Hola” cada vez que nos encontrábamos. Yo no seguiría la táctica del castrismo de desconfiar de cualquiera de mi tierra. Todos somos cubanos y amamos la tierra que dejamos atrás sea cual sea el motivo.

  Consiguió un precario trabajo mal pago, su esposa también y a su hija la colocó en un Liceo cercano gratis- aquí la educación es gratuita y también privada, depende del bolsillo de cada cual.

   Me enteré que el cubano no tenía ni un televisor para entretenerse con su familia en las noches y que tenían que acostarse temprano. Yo les regalé un TV-un momento, le regalé el mio usado, tampoco soy la Madre Teresa reencarnada,   y le dije que se conectara al cable que yo pagaba para que sus  opciones fueran variadas. Rápidamente lo instaló y ya la luz de su casa permanece encendida hasta altas horas de la noche.

   Yo no les tengo miedo a la KGB cubana, espíritu caritativo como me enseñaron en la Iglesia y que sea él quién juzgue: si soy un enemigo de su ideología o no.

   No voy a seguir el mandato del castrismo de meter miedo o terror  a cada compatriota que emigra, aunque no lo conozca. No soy un Santo, pero uno de mi tierra es un hermano ya sea el tinte político que tenga. Después de todo aprenderá lo que es vivir en democracia y en algún momento-si es un soplón o no- entenderá que todos debemos permanecer unidos hasta que la libertad llegue a mi isla.   

   No tengáis miedo. Permanezcan unidos porque lo que el castrismo quiere es que desconfiemos y así  mantenerse en el poder unos años más.

Dr ORLANDO VICENTE ALVAREZ,CUBANO URUGUAYO
GENIO

  

FRIDAY, JULY 31, 2020

CUANDO SENTI EL AMOR DE VERDAD WHEN I TRULY FEEL LOVEDespués la trajimos a Punta del este. Nos fuimos a la Playa La Mansa. Mamá Gloria con una bata de toalla y la Chiqui guiándola hacia el agua- mamá solo decia que estaba ciega cuando requería un mimo o una atención especial, así que todo el tiempo que estuvo en la playa la Chiqui la cuidaba dentro del agua, guiaba sus pasos y Gloria hinchada de placer Then we brought her to Punta del este. We went to La Mansa Beach. Mama Gloria with a toweling robe and the Chiqui guiding her towards the water- Mama only said that she was blind when she required a mime or special attention, so all the time she was on the beach the Chiqui took care of her in the water, she guided her steps and glory swollen with pleasure




TWO MOTHER,DOS MADRES.

BILINGUE


WHEN I TRULY FEEL LOVE

Then we brought her to Punta del este. We went to La Mansa Beach. Mama Gloria with a toweling robe and the Chiqui guiding her towards the water- Mama only said that she was blind when she required a mime or special attention, so all the time she was on the beach the Chiqui took care of her in the water, she guided her steps and glory swollen with pleasure






LA CHIQUI: UNA URUGUAYA EXTRAORDINARIA.

     Yo conocí a la Chiqui cuando  vivía sola en una quinta no lejos de Montevideo. Es la madre de mi cuñada-italiana A… ya casada con mi hermano W… en Punta del Este. Me invitaron a su cumpleaños.
     La quinta era extensa y había mucho terreno de cultivo  y una gran casa de 4 habitaciones con dos baños donde la Chiqui vivía  sola con sus preciosos muebles antiguos, vitrinas repletas de copas de todos colores y para diferentes bebidas y un gran hogar-chimenea-de mármol  donde cabían como tres hombres y que ella prendía con leña cuando hacía mucho frio.
  También en la finca había otra cosa, un poco apartada, que alquilaba a unos ancianos muy silenciosos y que no se metían en su vida.
  La Chiqui heredó todo el terreno de sus padres y ya siendo muy joven se casó con un  emigrante de Italia, muy masculino y serio pero dulce con los hijos que tuvieron. Cuando ella habla del marido dice “el finado” y lo amoroso que  era.
  Entre ambos plantaron viñedos construyeron pequeñas piezas donde almacenaban el vino. Había un pozo conectado a un manantial de donde sacaban el agua para consumo personal y para regar todo tipo de cultivos que crecían fuertemente en aquella tierra fértil. No tenían que ir al mercado a comprar vegetales. Todos se los daba la tierra y el  mutuo trabajo, mientras los tres hijos iban a la escuela.
  Cuando los niños venían de la escuela ella los obligaba a quitarse los zapatos a la entrada y colocarse algún tipo de chancleta para que no ensuciaran el lindo piso. Así de obsesiva era con la limpieza la Chiqui.
  Así vivieron como felices en aquellos tiempos donde la familia lo era todo.
  El marido murió aún joven de un  infarto. La Chiqui, después de llorarlo, se dedicó con más ahínco al cultivo de la tierra, vendía huevos de un gran gallinero que tenía próximo  a la estancia de vinos. No contenta con ello se dedicó a dar clases de costura-en aquel tiempo no había como ahora todo tipo de ropa de fábrica- enseñando como diseñar trajes de novia y de quinceañeras.
  Cuando mi madre y mi hermano vinieron los llevamos donde la Chiqui. Era ya una persona mayor de 82 años pero erguida y trabajadora como si fuera joven aun.
  Allí fue donde conocí a M…, una matrona un poco obesa y cincuentona que hablaba sin parar con voz de leona enfurecida mientras no soltaba el cigarrillo de la mano. Una incontinencia verbal, típica de los uruguayos mayores. Se hablaba de cualquier cosa,  menos de futbol y política sino podían rodear cabezas y sangre por todos lados.
  El banquete, como decirlo, una mezcla de platos italianos y uruguayos y verduras, tomates, ajís aderezados con una salsa  que solo la Chiqui conocía el secreto, endiabladamente deliciosa. Y un Mata hambre-carne en churrasco con huevos duros y asados con leche, entre dos planchas de madera atadas con una cuerda para sacar  todos los jugos. Algo solo permitido a los Dioses. Y la tarta, de fresa, albaricoque, durazno y mucho merengue que fue el plato que completo el menú. Todo hecho días antes solo por la Chiqui.
   Después la trajimos a Punta del este. Nos fuimos a la Playa La Mansa. Mamá Gloria con una bata de toalla y la Chiqui guiándola hacia el agua- mamá solo decia que estaba ciega cuando  requería un mimo o una atención especial, así que todo el tiempo que estuvo  en la playa la Chiqui la cuidaba dentro del agua, guiaba sus pasos y Gloria hinchada de placer.
    Pasaron los años y la Chiqui tenía problemas de hipertensión y principio de Glaucoma. Así que la hija consiguió un comprador para la finca y alquiló un espacioso apartamento en Maldonado, donde estaría más cerca de su hija, mi hermano y de mí.
  Yo la visito cada semana y a pesar que le digo que no me prepare almuerzo, ella hace una “meriendita” gigante con remolachas y champiñones y le saca el  dulce de la remolacha con una forma de lavado en agua tibia y después fría y después caliente y así sucesivamente… y yo la engullo como un manjar exótico, después una tarta de espinaca, sin harina-¿Cómo puede hacer eso? Que es una delicia.
  Y nadie habla de enfermedades ni de muerte. Es una viuda de mucha fe, aunque sin rosario pero si oraciones al levantarse y acostarse. Y adora los chorizos rojos como mi madre gloria.
  Le dicen Chiqui porque mide 1:50 de estatura. Pero es pura dulzura y me da mucha felicidad.
  Un corazoncito andante.

   Chiqui que vivas muchos  años más


                            Dr  Orlando Vicente Álvarez.   
cubano uruguayo.genio        

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