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sábado, 20 de noviembre de 2021
Solo recuerdo mi llegada a Guantánamo entre lágrimas y besos. Una noche después, estando en el corredor balanceándome en bermuda por el inclemente calor se acercó mi hijo. Ya era todo un hombre de 20 años guapo por los ejercicios y alto por los genes que le legó la rama de la familia materna. Me dio un beso en las mejillas y me preguntó cómo eran las mujeres uruguayas. Yo le dije vaguedades para que no se entusiasmara. _Papa, ¿tú te acuerdas de nuestro perro Serafín, aquel caniche que queríamos tanto? _ Claro que me acuerdo, hijo. _ ¿Y que me dijeron que se había ido al cielo de los perros? _ Eras un chico tierno. No se te podía decir la verdad hasta que tú la descubriera por ti mismo. -¿Sabes una cosa? -¿Qué dime, hijo mío? _ El cielo sería muy aburrido sin nuestros perros.
MEDICOS CUBANOS QUEDADOS,BY ORLANDO VICENTE,URUGUAY Before I came to Uruguay I bought a puppy that looked like a piece of white yarn. It was a Poodle or Poodle dog that grew quickly until it became one that barked and scratched nothing else. My two children, the girl was already 7 years old and the boy 3,
A mí no me dejaban entrar a Cuba por ser médico profesional y haberme quedado. Por fin a los 17 años de separación me dieron carta abierta, pasaporte y el permiso de la embajada para visitar a mi familia. Mi hija había conseguido trabajo- y hasta un novio uruguayo- me acompaño. Solo recuerdo mi llegada a Guantánamo entre lágrimas y besos. Una noche después, estando en el
A mí no me dejaban entrar a Cuba por ser médico profesional y haberme quedado.
Por fin a los 17 años de separación me dieron carta abierta, pasaporte y el permiso de la embajada para visitar a mi familia. Mi hija había conseguido trabajo- y hasta un novio uruguayo- me acompaño.
Solo recuerdo mi llegada a Guantánamo entre lágrimas y besos.
Una noche después, estando en el corredor balanceándome en bermuda por el inclemente calor se acercó mi hijo. Ya era todo un hombre de 20 años guapo por los ejercicios y alto por los genes que le legó la rama de la familia materna.
Me dio un beso en las mejillas y me preguntó cómo eran las mujeres uruguayas. Yo le dije vaguedades para que no se entusiasmara.
_Papa, ¿tú te acuerdas de nuestro perro Serafín, aquel caniche que queríamos tanto?
_ Claro que me acuerdo, hijo.
_ ¿Y que me dijeron que se había ido al cielo de los perros?
_ Eras un chico tierno. No se te podía decir la verdad hasta que tú la descubriera por ti mismo.
-¿Sabes una cosa?
-¿Qué dime, hijo mío?
_ El cielo sería muy aburrido sin nuestros perros.DR ORLANDO VICENTE ALVAREZ CUBANO URUGUAYO GENIO
Posted by Orlando Vicente Alvarez at 11:26 AM : #, #cielo perros, #cuba, #exilio cubano, #Guantánamo, #medicos cubanos quedados, #paraiso perros, #Perro pudder, #uruguay
SERAFIN THE DOG
Before I came to Uruguay I bought a puppy that looked like a piece of white yarn. It was a Poodle or Poodle dog that grew quickly until it became one that barked and scratched nothing else.
My two children, the girl was already 7 years old and the boy 3, became attached to Serafin and did not separate from him. I had to see them when bathing in the pool with a lot of shampoo, how it cooled despite the heat and wanted to escape. But my children enjoyed the act as if it were a party.
Then they dried it with an old towel and then it was fun time: they threw themselves on the kitchen tiles, laughing and joyful, while Serafin licked their faces and they laughed happy and happy.
I would sit on a chair and watch them wanting to also throw me to the floor and share their joy, but I held back. A father can not behave like a child, so I thought. But I felt happy for a few moments while my wife, busy in the kitchen, apparently was indifferent to everything that was happening.
The time has come to go to Uruguay and the face of my two beloved children crying spontaneously while I climbed the ladder of the plane is fixed in my mind as in a photograph.
Two years passed until the title was revalidated here in Uruguay. I called them every month.
On one occasion I wanted to speak with the boy first and with a voice cut by the cry he said:
-Dad. Serafin went to the sky of the dogs, yesterday.
I wanted to cry because I knew what that meant.
-It's like that, son. To all the dogs we love, it's time for them to ascend to heaven. Your mother will get you another one.
The girl, who was already a few years older, also said with you saddened:
_ Pa, Serafin died.
_ He went to heaven as your brother said and you have to believe it until he discovers it for himself.
The boy took the receiver.
_Dad. And when you come?
-Soon. Soon. My son.
- You always say "soon" but when it's "soon"
-Already. God willing, it will be very soon this time.
Years passed. I was the director of a private clinic and I collected the money and rented a house for the family to come. But when I told my wife she told me that they were calm there and that there was no need to emigrate.
That was a hard blow for me. I got used to it and sadness overwhelmed me. I sent her dollars every month.
When I turned 18, my daughter wanted to meet me and she came from Cuba as an emigrant to Uruguay to join her father.She was beatiful and with long legs. I was not allowed to enter Cuba because I was a professional doctor and stayed.
Finally, after 17 years of separation, they gave me an open letter, passport and permission from the embassy to visit my family. My daughter had got a job - and even a Uruguayan boyfriend - accompanied me.
I only remember my arrival in Guantanamo between tears and kisses.
One night later, being in the corridor swinging in Bermuda for the inclement heat my son approached. He was already a 20-year-old man, handsome because of the exercises and tall because of the genes inherited by the branch of the maternal family.
He kissed me on the cheeks and asked me what Uruguayan women were like. I told him vagueness so he would not get excited.
_Papa, do you remember our dog Serafin, that poodle we wanted so much?
_ Of course I remember, son.
_ And what did they tell me that he had gone to the sky of the dogs?
_ You were a tender boy. You could not tell the truth until you discovered it for yourself.
-Do you know something?
- What tell me, my son?
_ The sky would be very boring without our dogs.
DR ORLANDO VICENTE ALVAREZ
URUGUAYAN CUBAN,GENIUS
Posted by Orlando Vicente Alvarez
Labels: #, # Pudder, #cuba, #guantanamo, #Serafin dog, #sky of dogs, #uruguay
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Sunday, August 26, 2018
SERAFIN EL PERRO
SERAFIN EL PERRO
Antes de venirme al Uruguay compré un perrito que parecía un pedazo de estambre blanco. Era un perro Pude o Caniche que creció enseguida hasta convertirse en uno que ladraba y arañaba nada más.
Mis dos hijos, la chica ya tenía 7 años y el varón 3, se encariñaron con Serafín y no se separaban de él. Habia que verlos a la hora de bañarlo en la pileta del patio con mucho shampoo, cómo templaba a pesar del calor reinante y quería escaparse. Pero mis hijos gozaban del acto como si de una fiesta se tratara.
Luego lo secaban con una toalla vieja y entonces venía el momento de la diversión: se tiraban sobre las baldosas de la cocina, riendo y gozosos, mientras Serafín les lamia la cara y ellos se reían contentos y felices.
Yo me sentaba en una silla y los observaba queriendo también arrojarme al piso y compartir de la alegría de ellos, pero me contenía. Un padre no puede comportarse como un niño, así pensaba yo. Pero me sentía feliz por unos instantes mientras mi esposa, atareada en la cocina, aparentemente le era indiferente todo lo que sucedía.
Llegó el tiempo de irme al Uruguay y está fijado en mi mente como en una fotografía la cara de mis dos amados hijos llorando espontáneamente mientras yo subía la escalerilla del avión.
Pasaron dos años hasta revalidar el título aquí en Uruguay. Yo los llamaba por teléfono cada mes.
En una ocasión quise hablar con el varón primeramente y con voz cortada por el llanto me dijo:
-Papá. Serafín se fue al cielo de los perros, ayer.
Yo quise llorar porque sabía lo que aquello significaba.
-Es así hijo. A todos los perros que amamos les llega su tiempo de ascender al cielo. Ya tu madre te conseguirá otro.
La chica, que ya tenía unos años demás, también dijo con vos entristecida:
_ Pa, Serafín se nos murió.
_ Se fue al cielo como dijo tu hermano y tenes creerlo hasta que él lo descubre por sí mismo.
El varón tomo el auricular.
_Papa. ¿Y cuando tú vienes?
-Pronto. Pronto. Hijo mío.
- Siempre dices “pronto” pero cuando es “pronto”
-Ya. Si Dios quiere, será muy pronto esta vez.
Pasaron los años. Fui director de una clínica privada y reuní el dinero y alquilé una casa para que la familia viniera. Pero al avisarle a mi esposa me dijo que ellos estaban tranquilos allá y que no hacía falta emigrar.
Aquello fue un golpe duro para mí. Me acostumbré y la tristeza me embargaba. Le enviaba dólares todos los meses.
Al cumplir los 18 años mi hija quiso reunirse conmigo y vino desde cuba como emigrante al Uruguay a reunirse con su padre. A mí no me dejaban entrar a Cuba por ser médico profesional y haberme quedado.
Por fin a los 17 años de separación me dieron carta abierta, pasaporte y el permiso de la embajada para visitar a mi familia. Mi hija había conseguido trabajo- y hasta un novio uruguayo- me acompaño.
Solo recuerdo mi llegada a Guantánamo entre lágrimas y besos.
Una noche después, estando en el corredor balanceándome en bermuda por el inclemente calor se acercó mi hijo. Ya era todo un hombre de 20 años guapo por los ejercicios y alto por los genes que le legó la rama de la familia materna.
Me dio un beso en las mejillas y me preguntó cómo eran las mujeres uruguayas. Yo le dije vaguedades para que no se entusiasmara.
_Papa, ¿tú te acuerdas de nuestro perro Serafín, aquel caniche que queríamos tanto?
_ Claro que me acuerdo, hijo.
_ ¿Y que me dijeron que se había ido al cielo de los perros?
_ Eras un chico tierno. No se te podía decir la verdad hasta que tú la descubriera por ti mismo.
-¿Sabes una cosa?
-¿Qué dime, hijo mío?
_ El cielo sería muy aburrido sin nuestros perros.
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Labels: #, #cielo perros, #cuba, #exilio cubano, #Guantánamo, #medicos cubanos quedados, #paraiso perros, #Perro pudder, #uruguay
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