sábado, 14 de julio de 2018

Eso me recuerda a la mayoría de los exiliados cubanos. Una canción, un paisaje de su tierra, un familiar, lo retrotrae a la tierra, por muy adaptados que estén en su nuevo nación. Sobre todo cuando uno se está poniendo viejo y una pequeña lágrima se desliza por la nostalgia de la remembranza. Como los hebreos que estuvieron 40 años en esclavitud en Babilonia y a pesar de los maltratos y las torturas lloraban por su pequeño territorio dejado atrás y mantenían sus costumbres, tradiciones, su Dios y hasta sus canciones.

http://arcoorlo.blogspot.com/2018/07/cuentos-de-perros-henry.html

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